Vivimos en una sociedad burócrata, dónde pasamos parte del tiempo cumplimentando formularios, adjuntando fotocopias... Si emprendemos y se nos ocurre solicitar una ayuda o subvención, entonces además, necesitamos la orientación de Técnicos para interpretar los textos legales y para adjuntar los documentos que justifican los requisitos, unos requerimientos poco justificables y casi carentes de buena voluntad y sentido común.
Hoy he vivido uno de estos momentos. En la oficina habilitada para ello: llamadas, dudas, prisas, montañas de papeles... Fuera, tras las ventanas, los árboles meciéndose con el viento, el sol, la arena, el mar... y en mi interior la quietud.
Una quietud de sol, aire, agua y arena. Un equilibrio más allá de circunstancias, formularios, requisitos... Una paz de corazón que abraza la vida dónde se encuentra.